Endodoncia

Clínica Periférica Xochimilco
2012-2013

domingo, 10 de febrero de 2013


4.- Herbolaria, ¿Cuáles son sus características, chamanes, brujos, médicos?

 

Los chamanes, brujos y médicos a pesar de que tiene diferentes  fuentes para poder devolverles la salud a los enfermos todos parten del mismo principio que es la herbolaria, la cual es representada en cada uno de ellos de manera diferente de acuerdo a sus creencias, experiencias y resultados.

La cual sigue usándose en el actualidad.

·         Herbolaria con chamanes y brujos

Se creía que las enfermedades eran causadas por los brujos o hechiceros.

Los sacerdotes, brujos y chamanes eran los encargados en curar a las personas enfermas las eran  tratadas con diferentes ritos y usando la herbolaria de manera empírica, dando resultados positivos en las personas que acudían a ellos.

Esto explica las máscaras y atuendo de los chamanes, sus trances, sueños y danzas, exorcismos y estatuillas de los asu asirios, ritos y encantamientos de los snw egipcios, la quema del copal, ofrendas y las yerbas del tícitl azteca; el santito con la veladora prendida en la casa del Niño Fidencio,los dibujos en el piso de la choza del brujo o curandero navajo.

Algunos de sus tratamientos se basaban con el efecto placebo

·         Herbolaria con médicos

El médico o asu era la mezcla de sacerdote y médico. Ellos desarrollaron medidas terapéuticas de aplicación local en las que extirpaban al demonio lo cual se realizaba por medio de plantas, lodo, vendajes, ungüentos y emplastos; naturalmente, todas estas medidas estaban dotadas de poderes mágicos, sobre todo aquellas que finalmente resultaban benéficas para el enfermo. Las sustancias con las que se preparaban pomadas se contaban con 250 derivadas de vegetales y 120 minerales (anís, asafétida, belladona, mariguana, cardamomo, aceite de castor, canela, ajo, mandrágora, mostaza, mirra y opio). En ellos se utilizaban vehículos como: vino, aceites, grasas, miel, cera, leche y agua.

Las indicaciones para su uso eran: azufre para la sarna, mariguana para la depresión y la neuralgia, mandrágora y opio para el dolor y como somníferos, y la belladona para la dismenorrea y el asma. Otras eran por vía oral grasa cruda de cerdo, heces de perro o humanas, sangre y orina de animales. Todo esto se realizaba con la idea de que los demonios se asquearan y abandonaran el cuerpo del paciente.

Los médicos lograban aliviar con las alternativas que realizaba el curandero o chaman, con ayuda de las medidas terapéuticas que son:

1)     Efecto psicológico positivo de una relación médico-paciente:

Tener una excelente relación el medico con el paciente y todo su entorno de las mismas creencias e ideas sobre las enfermedades, sus causas y efectos benéficos de las medidas terapéuticas empleadas.

Al cumplir el medico con las expectativas del enfermo, gran parte del problema a sido resuelto.

2)     Historia natural:

Es el transcurso por el cual pasa la enfermedad y con o sin tratamieto se aliviara espontáneamente.

3)     El efecto placebo.

La palabra "placebo" proviene de la voz latina placit, que significa "complacer". Es un fenómeno biológico en donde el efecto fisiológico positivo de un agente inerte, cuando se administra a una persona que cree y espera que tendrá el efecto deseado. Para que esto funcione el paciente debe estar informado de los objetivos de las medidas terapéuticas a las que se somete.


El papiro de Ebers fue adquirido en Egipto en 1873 por el profesor Georg Ebers, el mencionan tres tipos de doctores: médicos, cirujanos y hechiceros o exorcistas en ellos menciona tres tipos de tratamientos de acuerdo a cada uno de ellos los cuales son: remedios, operaciones y encantamientos.

Podemos llegar a la conclusión que la herbolaria es uno de los principios de la medicina la cual ha sido utilizada de manera empírica y en la actualidad se estudian sus características y beneficios que proporciona siendo un gran aporte en los diferentes tratamientos de las enfermedades.

 

 

Bibliografía:

Pérez Tamayo, Ruy. De la Magia Primitiva a la Medicina Moderna. Primera edición. Fondo de Cultura Económica. México. 1997.
 
 
Autor: MINERVA LEÓN SERRALDE

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